Madrid, 17 de marzo del 2021.- La futura movilidad urbana determina la electrificación, o el uso de otras energías cómo el hidrógeno, para el transporte privado y para el transporte de mercancías. Todos los fabricantes de vehículos de cualquier gama y volumen están presentando sus prototipos que saldrán a la calle en menos de cinco años.
Según he podido leer en Transporte Profesional, los ingresos por trenes motriz se incrementarán desde los 1.000 millones de dólares en 2020 hasta los 6.800 millones en 2025 y hasta los 22.700 millones en 2030. El informe abarca el mercado de todo tipo de cadenas cinemáticas en Europa y Norteamérica: híbridos, vehículos movidos con baterías eléctricas y pila de combustible.

Se prevé que los ingresos serán mayores en la segunda mitad del periodo analizado, al entrar los vehículos de gama media y pesada en el mercado. El mercado de las baterías supondrá casi la mitad del total de ingresos en todo el periodo (54% en 2025), pero el sistema de pila de hidrógeno empezará a aportar ingresos significativos después de 2025. Para los vehículos híbridos, la transmisión ocupa un porcentaje mucho mayor del total de los ingresos.
En 2019, el precio medio de la batería para toda la tipología de motores fue de 8.000 dólares. Esto se elevará a los 8.600 dólares en 2025, desafiando la tendencia habitual de reducir el precio a medida que pasa el tiempo. Esto se debe al hecho de que la medida del paquete medio se incrementará cuando las gamas media y pesada entren en el mercado y el mercado sea menos dominante en los vehículos ligeros.

Por el contrario, las baterías para los vehículos puramente eléctricos verán una gradual reducción de precio, desde una media de 13.800 dólares en 2019 a 11.800 dólares en 2025 a 10.300 dólares en 2030. Esta caída refleja el hecho de que los vehículo 100% eléctricos serán coches y vehículos comerciales ligeros, que requieren baterías más pequeñas que los vehículos grandes.
Los sistemas de pila de combustible, en la actualidad, aplicables sólo a autobuses, tuvieron un coste en 2020 de 96.000 dólares. Pero las investigaciones prevén un descenso dramático en los precios de la pila de combustible hasta 2030 (en dólares/kW) como su implementación en un rango de vehículos de gama pesada. Se prevé que los precios de 2030 bajen un 23% de media con respecto a 2019 (un descenso más acusado que cualquier otro componente en el informe).

Mientras los precios de las baterías y sus equipamientos (como sistemas de gestión de la batería) se sostengan en el periodo analizado, en lo que atañe a todo el tren motriz, habrá un fuerte descenso de los precios para todas las categorías de vehículos.
Fuente de los Gráficos: Agencia Económica Bloomberg.